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" Es mi voluntad que me edifiquéis en este sitio un templo en que gusto estar y ser venerada con mi Hijo".

Este fue el mensaje que, según tradición oral, la Santísima Virgen dirigió a la pastora de un caserío cercano cuando se le apareció en fecha que se pierde en la lejanía de los tiempos, aunque los últimos descubrimientos arqueológicos han descubierto, en Itziar, la existencia de un templo gótico, bajo la advocación de la Virgen, allá por el siglo XIII. La actual iglesia, levantada precisamente sobre el mismo solar donde estuvo la gótica, es digno relicario de la venerada imagen con un soberbio retablo de Andrés de Araoz. Un detalle que ya de origen vincula a este santuario con la feligresía, es el hecho de que el templo fue construido por los propios vecinos contando con la contribución económica de los propios Reyes Católicos y de guipuzcoanos tan ilustres como Juan Sebastián Elcano, que donó cuarenta escudos de oro para un mayor esplendor del Santuario.

En 1950, el Papa Pío XII proclama el Dogma de la Asunción de María y el 1954 se declara "Año Santo Mariano". Cabe reseñar que en Guipúzcoa, tierra eminentemente mariana desde épocas remotas, a la sazón existían trece santuarios, cuarenta y seis parroquias titulares, cuarenta y cuatro ermitas e innumerables institutos bajo cuya advocación se encontraba la Virgen María. Eran, por tanto, tiempos de gran devoción mariana y San Sebastián vivía con gran intensidad este fervor en torno a sus Vírgenes más queridas y populares.

Es este marco religioso en el que, dentro de la Congregación

Mariana de los "Luises Obreros", y para conmemorar ese Año Mariano al que se ha hecho referencia, el Padre Javier Muro S.J., funda y organiza en 1952 lo que desde entonces y hasta nuestros días viene conociéndose como la popular "MARCHA A ITZIAR". Y precisamente a la Virgen de Itziar porque se trataba del año de su coronación canónica.

La elección del mes resultaba lógica: Mayo, el dedicado tradicionalmente a María. El día tenía que ser sábado, por aquello de la festividad siguiente para poder descansar y, dentro del mes, el que estuviera más próximo a la luna llena por razones de mayor claridad. La primera marcha se realizó el 10 de Mayo de 1952 y la cita para la concentración fue en la calle Andía, entre la iglesia de los PP. Jesuitas y el antiguo edificio de Correos. Después de una sencilla ceremonia religiosa consistente en un acto de consagración a María Inmaculada se partió de la Plaza de Gipuzkoa.

Eran las ocho y media de la tarde cuando los más de cuatrocientos jóvenes que acudieron a la singular convocatoria, provistos de la medalla de la Virgen con cinta blanca y azul que se les distribuyó, iniciaron su andadura por lo que el P. Muro denominó "Autopista de la Fe".

Abría la marcha el guía mayor de los "Luises Obreros" llevando una Cruz Blanca , "Pax Christi", bendecida por el señor Obispo, don Jaime Font y Andreu.

Donostia 2013