El ambiente se deterioró de forma notable, aconsejando al año siguiente, volver a la fórmula anterior de que la Marcha fuera únicamente masculina.
En 1972, se consideró un acierto incorporar el txistu y la txalaparta en la Misa y la presencia de los dantzaris en el acto de saludar a los participantes.
Para el regreso se evitaría el tener que bajar andando desde Itziar hasta Deba o estar pendientes del autobús que hiciera el trayecto: sería la propia organización la que contratara autobuses para regresar a S. Sebastián por la costa, pudiéndose adquirir los billetes a la salida, en el momento de formular la inscripción (Viajes Iberia). Consta que el precio del billete en 1975 era de 110 ptas.
En 1974, el obispo Jacinto Argaya, ante la imposibilidad de estar presente en la Marcha comunicó que había pedido a la Madre de Itziar el que "los jóvenes de Guipúzcoa den el testimonio de una verdadera unión y fraternidad. Los jóvenes encargados de organizar la peregrinación, queriendo, precisamente, practicar el consejo de la unión, procuraban encontrar una solución al tema de la presencia femenina y se vio que esta presencia era inevitable e imitando lo hecho por los responsables de la Javierada se nombró una comisión de chicas. Con motivo de las Bodas de Plata de la Marcha se confeccionó un emblema que se vendió a precio de costo, como recuerdo. Se vivía en un contexto complicado y pareció oportuno hacer pública la siguiente introducción:
"Debemos aclarar desde el principio, posibles malentendidos que luego nos podrían complicar; no se trata de una competición deportiva; tampoco de un acto político para hacer una serie de reivindicaciones concretas: estamos convencidos de que no es un mal objetivo el que cada uno descubramos con claridad la grandeza de nuestra vocación cristiana y nos entusiasmemos por cumplir la misión concreta que cada uno creamos la más acertada..".
Tras un período en el que se apoyaba el recorrido por monte, llegó un momento en que la carretera era lo preferido por los participantes.En 1981 tan solo se utilizaban tres tramos de monte: S. Sebastián a Orio; Getaria a Zumaia por Askizu, una de las partes más interesantes desde el punto de vista histórico al tratarse de la calzada utilizada por los antiguuos peregrinos a Santiago y de Arrona al collado de Santuarán, ya en las proximidades de Itziar. Se agradece el refresco de agua de limón que preparan y ofrecen a los caminantes, después de tres horas de recorrido, en el pórtico de la ermita de S. Martín, el párroco de Orio con la ayuda de algunos jóvenes. Lo mismo las botellas de agua que sirven de refrigerio en varios puntos de la Marcha. Colaboró la Cruz Roja de la juventud con un completo servicio de camilleros y médicos voluntarios al frente del doctor Imaz. A partir de 1979 en lugar de la Cruz Roja de la Juventud se hará cargo la Brigada de socorrismo de Cruz Roja poniendo ellos mismos el médico. Es en 1982 cuando se introduce un camión para asistencia de los heridos y al año siguiente se lleva un "hospital de campaña" que es colocado en Orio y en el quiosco de Zumaia.